El granallado es un método de tratamiento superficial por impacto, que se utiliza para limpiar una amplia gama de piezas, además de fortalecer o pulir el metal. Existen diferentes tipos de granallado, dependiendo del tipo de proceso, ya sea químico o mecánico.
El proceso químico elimina la suciedad y residuos: grasas, aceites, desmoldantes y polvo superficial. El proceso mecánico elimina impurezas, tales como residuos de soldadura, oxidación, pintura envejecida y otras incrustaciones.
Dentro de los diferentes componentes de un sistemas de granallado, resaltan los siguientes:
Sistema colector de polvo para baja y alta producción.
Los módulos colectores de polvo proporcionan un medio seguro y efectivo para el proceso de granallado. Con la ayuda de un ventilador y motor de accionamiento directo, el aire se introduce en el módulo y a través de un sistema de filtración de cartucho, se capta el polvo para posteriormente expulsar el aire totalmente limpio.