Previo a un sistema para aplicación de pintura o recubrimiento, es importante que las piezas se encuentren preparadas para la adherencia de la pintura o recubrimiento. Esto se logra mediante procesos de pretratamiento en los cuales las piezas son tratadas utilizando desengrasantes, limpiadores, enjuagues, eliminando contaminantes y dado el caso, recubiertas con protectores de la corrosión por medio de agentes químicos o nanotecnología.
Nuestros sistemas de pretratamiento cuentan con estas características de modo estándar:
- Túnel construido de acero inoxidable
- Vestíbulos y sellos de aire en la entrada y salida como medio para controlar el flujo de aire y eliminar posibles problemas de fugas de aire saturado en el lugar de trabajo
- Tanques de retención de doble soldadura y fabricados de acero al carbón o acero inoxidable
- Boquillas direccionales con ajuste tipo esfera
- Tanques con drenajes y tuberías
- Controles estándar con panel de control basado en PLC
- Tren de gas, termopares de control, termómetros y manómetros
Existen diferentes tipos de pretratamiento. Los dos más antiguos son el fosfato de zinc y el fosfato de fierro. Estos dos íconos de la historia han sido los pilares de la industria por muchos años.
El fosfato de zinc es el proceso de mayor resistencia a la corrosión, pero el más difícil de controlar, es comúnmente utilizado en la industria automotriz.
El fosfato de fierro es un proceso de buena resistencia a la corrosión, más no obtiene la misma resistencia que el de zinc. Es un proceso más fácil de utilizar, pues resulta más sencillo su control y, por tanto, es comúnmente utilizado en muchas industrias.
Con el transcurso de los años, han surgido nuevas tecnologías que brindan beneficios, sobre todo en el ámbito ambiental, para hacer estos procesos más amigables con el medio ambiente.
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